El técnico comercial o vendedor industrial debe básicamente hacer tres cosas:
Personalizar la oferta del producto para una aplicación específica dentro del proceso productivo del cliente, traduciendo las características técnicas del producto en ventajas y beneficios para cada cliente.
Actuar como consultor del producto. Ser un superespecialista de un tipo de producto. Instruir al personal del cliente en el uso y consumo del producto.
Detectar e informar al departamento de marketing de su empresa de las tendencias y oportunidades del mercado, para la modificación o lanzamiento de productos.